Hoy no voy a defender los derechos de ningún arbolito ni nada parecido. La entrada es para hacer una recomendación dedicada a aquellos que en algún momento de sus azarosas vidas ha visto como una editorial le ha negado la publicación de su novela, ensayo, cuento o libro de recetas. O incluso a aquellos que no se han puesto manos a la obra en la ingente tarea de escribir temiendo que le dieran con la puerta en las narices en cuanto un editor leyera el manuscrito. Se trata, como no, de una página web que lleva por nombre lulu.com, www.lulu.com/es como la niñita de bucles morenos o como el perfume que tanto juego dió.
Y no es más que una empresa editorial pero con una serie de peculiaridades. En primer lugar, nunca dice que no. A ver, tu entras y te puedes editar tu libro a tus anchas, sin traba alguna y de forma gratuita. Después lo ponen a la venta desde esa misma página y ¡TATACHAN!, que vendes uno, pues uno que se imprime y envía al comprador, que vendes cien, pues lo mismo. Y si no vendes ninguno, pues a otra cosa, mariposa, coste cero al fin y al cabo. Diréis que vaya chollo y tendréis razón, sólo te restan un pequeño porcentaje del PVP de cada libro vendido. Mejor imposible.
Una anecdota para terminar. Demostrando que la herramienta tiene valor, hubo un usuario que decidió escribir un libro para un único comprador, es decir, su novia. Decidió poner por escrito cincuenta razones por las que la chica debía aceptar su propuesta de matrimonio. Las publicó con LULU y, claro esta, vendió un solo ejemplar y de paso la convenció. Ya tienen su libro, que además puedes solicitar si quieres y comprarlo tu también, que a lo mejor sacas alguna idea. Si alguien tiene un arranque nacionalista y le da por buscar empresas parecidas pero españolas, también puede encontrar servicios parecidos en www.deauno.com www.librosenred.com
Como veis, no tiene desperdicio. Y la cantidad de árboles que se salvarán gracias a no imprimir más que aquellos ejemplares que se vayan a vender... (al final acabo defendiendo a los arbolitos)
En fin, una buena iniciativa de las que hace pensar: ¿Cómo no se me ha ocurrido antes?...
Aquí vemos a la pequeña Lulu aspirando las semillas de sandía en un arranque surrealista que, aún no teniendo mucho sentido, da que pensar en los efectos psicotrópicos sobre la mente de los lectores de la época.
VIVA EL BLOG
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