LA DICHOSA LEY

PARA TERMINAR (Y VAN TRES), LA QUE TIENE MÁS MALA UVA DE TODAS. TRANQUILIZO A LOS POSIBLES LECTORES QUE ME CONOCEN DICIÉNDOLES QUE, EN EL MOMENTO DE SUBIR ESTAS ENTRADAS ME ENCUENTRO DE MUY BUEN HUMOR, CON ESPERANZA Y CONFIANZA EN LOS SERES HUMANOS (NO EN TODOS PERO EN FIN) Y, ÁDEMÁS, YO TAMBIÉN QUIERO DEJAR DE FUMAR.

SALUDOS

De modo que la Ley se va a cebar con aquellos que fuman porque se supone que son la gran ingnominia de la Humanidad, el culmen de la insolidaridad y la gran plaga del siglo XXI para los no fumadores y la Seguridad Social (¡Qué penita!, gastan demasiado dinero en curar el cancer de pulmón). Se crea un debate social a causa de la dichosa ley, se rellenan minutos de prime-time discutiendo sesuda o desaforadamente sobre el tema, los tertulianos echan humo de tanto debanarse los sesos para decidir la bondad o maldad de las decisiones tomadas por el Ejecutivo al respecto y en la calle, la gente empapela la vergüenza de los fumadores con los pliegos de una ley que aun está por aprobar. Estupendo, demoniaco y perverso. Señoras y señores, España está a años luz de cumplir con el protocolo de Kyoto. Mesdames y Messieurs, Ni aquí, ni en ningún sitio, nadie tiene los suficientes arrestos para denunciar y obligar por ley a las industrias contaminantes a desarrollar programas de concienciación y a gastarse sus pingües beneficios en investigación contra la contaminación, lo de el DESARROLLO SOSTENIBLE les suena a finlandés. Ladies and Gentlemen, aquí nadie se va en masa a la puerta de la casa Opel, Mercedes, Seat o comosellamen para denunciar desde las barricadas que los vehículos que salen todos los días por las puertas de dichas fábricas son maquinas lanzadoras de toxinas cancerígenas. Para terminar, aquí, ni en ningún lado, repito, hay quien tenga bemoles de tomar muestras de agua de un río o de la costa de cualquier ciudad y cerrar hasta la última industria (sea de quien sea) por contaminar aquello que nos mantiene vivos: el aire, el agua, la tierra. Y quieren que nos matemos entre nosotros por culpa de la adicción al tabaco. Señoras y Señores, tanto aborregamiento, tanta tontería y tanta hipocresía me producen cáncer de conciencia. Me avergüenza muchas veces formar parte del género humano. Fumen y beban lo que ustedes quieran, es más, háganlo mientras se ponen de colesterol del malo hasta los ojos (sí, ese que venden a nuestros hijos en forma de palmera de chocolate o rosquilla glaseada de marca globalizada). Ah, y no se olviden de follar a mansalva y siempre con condón porque si no van a traer ustedes al mundo a fumadores cancerosos o radicales psicopatas antitabaco, y de esos ya tenemos bastante.

MARCOS